Mi pequeña Cora

9 de febrero del 2011, FELICIDADES, ¡que niño más precioso habéis tenido!.

Aún recuerdo a mi ginecólogo cuando dijo en quirófano: ¡¡Fijaros, es como mami… “pijillo” hasta para llorar!!.

No tuvo que pasar mucho tiempo, para darme cuenta de que realmente te parecías a mí en muchas cosas… desde tus primeras formas de expresión mostrabas tu devoción por la ropa femenina, los bolsos, zapatos de tacón, collares, anillos y demás abalorios… te encantaba el mundo de las princesas y sirenas. ¡Tu sonrisa lo decía todo jugando a ser una de ellas!

Siempre te vi, siempre supe quién eras, siempre intuí que tus “gustos” no eran debidos a la “admiración que siente por su madre”, tal y como escuchaba a veces… siempre tuve la seguridad de que llegaría el día en que mostraríamos al mundo la preciosa princesa que eres.

¡Y ese día ha llegado, mi amor, ha llegado!

¿Y sabes qué? No me siento culpable por no haberlo hecho antes, no, no me siento así. ¿Y sabes por qué?, porque fuiste feliz, porque papá y yo te dimos tu espacio, te respetamos y fomentamos la confianza en tí misma, porque como dice la canción, “estuve ahí para darte el último beso de despedida y el primer abrazo de tu amanecer”. Al menos lo intentamos desde el amor que te tenemos.

Ahora que todo el mundo te ve y reconoce como la princesa que siempre has sido, no puedo sentir más que felicidad.

Felicidad por tener una hija tan valiente a tan corta edad, felicidad por tu firmeza y decisión, felicidad por tu expresión indescriptible cada día, ¡felicidad por verte volar libre, muy libre!.

No puedo más que agradecerte haber llenado mi vida de nuevos y mejores valores y sobretodo de muchos, muchos colores!!!

TE QUIERO MI PEQUEÑA CORA,

Mami