SEGUIMOS SUMANDO APOYOS

AUTORA: Eva Pascual. Presidenta de Chrysallis Canarias.

En mi cabeza se abre paso la idea de luchar en todos los frentes posibles, después de más de un año de que comenzó esta aventura. Aunque hay tanto por hacer, y al principio se hace todo muy cuesta arriba, sé que poco a poco iremos abordando los problemas en sus diferentes ámbitos.

En el último encuentro de Chrysallis en Madrid, tuve ocasión de ver el documental El Viaje de Carla, una obra en la que se retrata en toda su crudeza el sufrimiento, pero también los esfuerzos, que enfrentaron las personas trans de las generaciones que precedieron a nuestras hijas e hijos. Estas personas tuvieron que lidiar también con la incomprensión de unas Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que no contemplaban la dignidad humana y carecían de herramientas para empatizar con esta realidad que ahora todas nuestras familias comparten. En el avión de regreso leí Por un chato de vino, un libro de Lucas Platero que me influyó decisivamente en mi determinación de contactar con estos profesionales que, a priori, no parecen muy interesados en nuestra realidad-

En el entorno en el que resido viven algunas personas que pertenecen a cuerpos de policía local y nacional, al igual que mi marido, y varios de ellos han tenido la oportunidad de vivir el tránsito de mi hijo David desde cerca. Hace unos meses, un vecino policía tuvo una intervención en la que estaba involucrada una persona transexual. Este agente admitía que el haber conocido a David le hizo ser más sensible con la situación y darse cuenta de que nadie le había explicado cómo intervenir en una ocasión así y que sería positivo haber recibido alguna formación específica. Supe que en la Policía Nacional existe una unidad especializada que atendía a las familias, así que les hice llegar uno de los carteles de Chrysallis y un tríptico para que los mandos de la unidad estuvieran informados previamente a una reunión que tendría lugar casi un mes después.

En la reunión en la comisaría facilitó mucho las cosas que el jefe de la unidad me conociera, aunque yo a él no, por ser el padre de una de las mejores amigas de la infancia de mi hermano, que es diecisiete años mayor que yo. El jefe de la unidad mostró un interés especial en el caso de mi familia y aproveché esta oportunidad para quedar a la semana siguiente con representantes del Ayuntamiento para organizar algo en común.

A esa segunda reunión, aprovechando que no había cole, me llevé a los peques, y esto favoreció que se despejaran los prejuicios y los estigmas asociados a nuestros menores y que todo fluyera de una forma natural. También ayudó el que esa semana se hubiera abordado el caso de un adolescente trans en un programa de televisión en el que quedaba claro que la identidad sexual se manifiesta desde muy temprano, cosa que nuestras familias sabemos de sobra, pero que la mayor parte de la sociedad parece ignorar. Este profesional, que tiene a su cargo las charlas sobre bullying en el entorno escolar y especialmente cyberbullying, reconocía que esta realidad era absolutamente nueva para él y que consideraba su obligación formarse más en profundidad, lo que abre una nueva vía de colaboración.

De este encuentro nació el compromiso de empezar a trabajar juntos, sumando fuerzas, y decidimos empezar con un curso de formación, que tendrá lugar el 11 de diciembre, al que se invitará a policías locales y nacionales, así como a funcionarios del ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana que estén vinculados a las áreas de familia, trabajadores sociales y coordinadores escolares.

Así que estoy muy ilusionada por esta nueva puerta que se nos abre y sólo deseo que empaticen con nuestra realidad y no se queden sólo con la obsoleta Ley del 2007 donde nuestros hijos ni existen  y con la que ellos se pueden sentir menos cuestionados y, sinceramente, ¡trabajaré para conseguirlo!

Gracias a las personas que me voy encontrando en esta aventura y me facilitan el camino convirtiendo las piedras en palabras de aliento que me ayudan a seguir cambiando este mundo…